A veces, sólo a veces, no me ducho por las mañanas. Hoy sucedió otra vez. La "farra" de anoche me dejó muerta. No escuché el despertador. Fui a trabajar con el pelo sucio y el alma marchita. Con las ganas perdidas y la moral revuelta.
7:30am
Se cruzaron nuestras miradas en el estacionamiento. Sabía que eras tú. Tus negros ojos penetraron mi cuerpo. Sentí un escalofrío en la punta de mis pies. Mientras me acercaba al ascensor, limpiaba mis ojos, no quería que notaras mi desvelo de ayer.
Instantes cruciales marcaron nuestro encuentro. Tu voz ronca me transportó a otra dimensión. Acercaste tu rostro al mío, me diste un intenso beso. Sentí tu lengua y un golpeteo en mi pecho. Mi mente se nubló.
Eran las 7:45am
Arrinconamos nuestros cuerpos.
Olvidamos los pudores.
Después...ya nada importó.
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